Retrato de una Ventana

Ella se encontraba ahí de pie contemplando aquel cielo nublado; y siendo aquella ventana, de gran grosor, la que le separa de toda esa escena. La cual de largos y enormes barrotes apenas le dejaba admirar como esas gruesas gotas de lluvia, empapaban a los demás…

Ojeando un poco más alto, no pudo evitar admirar distinguida silueta, que dejándola maravillada, parecía disponer su camino hacia su ventana. Apenas, sin poder reaccionar, idea que aún perturba pues la verdad es que a estas alturas, todo es tan confuso y borroso, como aquella imagen capturada por la vieja cámara del abuelo, la cual bota imágenes instantáneas…

Apenas tras exóticas gotas pudo plasmar su retrato en aquel papel de grises colores, con toques dulces de amarillo… Cuando bajó la cámara, para poder apreciar el destino de aquel místico personaje, notó que este había desaparecido… en ese momento nadie lo vería claro pues por las circunstancias, cualquiera creería que caminó más rápido… pero lo curioso es que es todo en cuestión de segundos, que todavía no cave la idea de retomar ni siquiera por hipótesis aquella idea.

Después del debido descanso del papel para que la impresión pegase, ella miró detalladamente y observó la imagen exacta de un joven de apenas 25 años de edad, al terno y con una mirada tan cálida, color miel, hecha para los precisos ojos que la lucían… tan impactada por su fantástica sonrisa, tan reluciente como aquel momento, tan único y a la vez inexacto... seguro aquella idea habría sus horizontes y la llevaba a explorar otros universos, tan abstractos a esa lejana realidad…

Apoyada en la balaustrada del balcón, no perdía ningún solo segundo y mucho menos a la gente que osaba pasar por aquella vereda, la cual si por ella fuera estaría prohibida de todos los más, pues se encontraba ya reservada por alguien que desconocía…

Las horas fueron avanzando más lentas y pesadas por minuto; pero, sin resignarse ni una sola vez, se mantenía, ella, observando inquieta y confundida, si aquel sujeto volvía a atravesarse por aquel paraje. Derepente una fuerte ventisca la vio obligada a proceder con un movimiento tan forzoso que de esta manera tuvo que dejar libre de sus manos, aquella foto, la cual era el único retrato, de aquel ser tan misterioso, solo ante sus ojos… al ver como esta volaba, dejando todo atrás y sin importarle lo demás, sin preocuparse lo que pensasen, quizás totalmente inconciente de sus actos, se abalanzó detrás de ella… y tratando de alcanzarla, no vio la distancia de la baranda…

Su cuerpo recorría una nueva sensación, cuando abrió claramente los ojos, lo vio ahí sujetándola de la mano con tanta fuerza, que al ser tan real entendieron ambos que ya no podía haber marcha atrás… derepente vislumbró en su mano la foto del retrato del personaje de la ventana, y tan feliz con su presencia se propuso no dejarlos ahí, aquellos recuerdos, y tenerlos siempre en su vida… por la eternidad.

Un golpe agudo hizo que esa magia empezara a perderse, golpes muy agudos a la altura de su pecho, por un poder desconocido en una situación de tal magnitud. Las imágenes se volvieron borrosas, y el brillo dorado de los rasgos de sus cabellos eran más ocasionales y menos precisos… su presencia se sentía débil y una voz muy al fondo le murmuraba algo incomprensible para ella en aquel momento, donde su único deseo tornaba alrededor de él y no le permitía prestarle la atención a los demás acontecimientos tan llamativos pero para ella insignificantes… Aún recostada en el suelo, cada vez más agotada que el segundo anterior, predispuesta a pararse, terminaba cometiendo esfuerzos inútiles, que sin duda la alejaban más. Las voces del fondo se hacían más claras y ese brillo dorado blanquizco de otra situación o escena tan paralela, probablemente perteneciente a una realidad imaginaria la obligaban a desprenderse de aquel momento tan único y sólo de él y de ella. La unión de esas luces y las oraciones formuladas por sujetos desconocidos la atemorizaban, sobretodo porque entendía que si se dejaba llevar por esas lo perdería a él…

Combinando dos realidades aún lo miraba a él, ahí junto a ella, pero ahora también miraba varias personas vestidas de blanco… no quiso permitirse perderlo y al verlo más borroso, levantó su mano con ademán de alcanzarlo, cuando de repente aquellas personas dijeron suavemente y con entusiasmo <<>>, pero ellos desconocían que aquel sujeto le tomo la mano y le dijo: que él se había adelantado pero sabia que sus destinos, ya marcados por esos hilos rojos, se encontraban entrelazados, y que la eternidad era el lugar perfecto para vivir aquel amor que se mantuvo vivo durante tantos siglos a pesar de las contrariedades…

Tomando más fuerza, con las palabras que acababa de escuchar, apretó la mano del sujeto del retrato de la ventana, y se aferró a ella…

Los personajes de blanco presenciaron como su mano caía lentamente a su lado, con tanta suavidad de cómo quien esta consiente; mientras al mismo tiempo se disponían a apagar toda maquina que la rodeaba. Al asegurarse de que sus signos vitales ya era nulos, y ella se encontraba totalmente inexistente en ese mundo, la cubrieron totalmente con un manto de color piel… y decretaron como hora de defunción las 19:37. Llamaron a los familiares y les dieron todo lo que llevaba ella antes de entrar por emergencia: entre esas una impresión fotográfica, con la vieja cámara del abuelo, en tonalidades grises y con toques de dulces amarillos, totalmente vacía, donde apenas de diferente llevaba una sombra, que seguro nadie vio porque entre las gotas de lluvia esta se perdía…

Ella estaba ahí de pie, mirando através de la ventana, feliz, porque ahora no estaba sola; sabia que ese era su destino, él era su destino, y ahora después de tanto tiempo de espera por fin estaban juntos y ahora si para siempre. Aunque le dolía ver la tristeza de los que amó en esa tierra, comprendía al mismo tiempo que aquel amor eterno, era totalmente puro y para siempre…

Por un momento recordó aquella cesación de vacío al caer del tercer piso, pero no sintió rencor porque entendió que ahora estaba mejor, y que eso ahora nadie podría quitárselo, había tomado el camino necesario, y encontró una felicidad muy lejana a esta realidad tan natural…