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Hace un mes sorprendí a mi mejor amiga quejándose de la incapacidad de las personas para poder decir, de corazón, “Gracias”; y realmente tiene razón, aún cuando no lo valoremos, la importancia de utilizar aquella palabra, aparentemente débil, es enorme. Nadie imagina que con ese noble gesto cambia millones de vidas, modifica el universo, y mejora el futuro… mueve un mundo…
A mi corta edad, puedo comprender que esta palabra, destacada como mágica, tanto como el perdón, llevan en si un juego de frases, eh innumerables historias. Quejarse de no haber recibido alguna de estas es muy típico, y más común no hacerlo. Aunque existen ocasiones donde debemos entender, que si la montaña no va nosotros, será porque nosotros debemos ir a ella… y ese es el punto exacto, se dice que actuamos doble cuando hacemos lo correcto aún cuando no era nuestro turno. Primero enseñas a esa otra persona para que sepa como actuar en un futuro, y mejor aún quedas muy bien tu; o cuando tienes un percance con alguien y las disculpas están de por medio, se dice que quien accede a pedirlas primero por lo general tiene menos rango de culpa. Es por eso que son como un jueguito, pues detrás de cada una de ellas se llevan secretamente trucos escondidos…
Esta no es una clase para niños del primer grado, es una lección eterna de vida… Estas palabras son algo más que llenan, son como hechizos que te llevan a volar lejos pisando una realidad circunstancial. Sacan lo mejor de uno y lo hacen diferente; usarlas a la medida correcta y en las ocasiones exactas, no de paporreta si no con el corazón en la mano, siendo totalmente sinceros, cumplirán precisamente la función destinada; pero ojo que esto no es cosa de uno… Si la otra persona no sabe valorarlas, tendrás una doble tarea, pues tu nueva misión será enseñarle a esa persona la magnitud de su poder…
