RETAZOS DE UNA HISTORIA

Ella escuchaba aquella canción que la llenaba… ahí frete al monitor de su computadora; con una única esperanza… Redactaba y releía uno a uno cada invento suyo. Repetía aquella canción que escucho por primera vez hace nueve años, y que le costó tanto encontrar… la cual la aparecía en todos y en ningún lugar…

De repente miraba de lado a lado, y luego un punto en el vacío… esa canción la trasladaba a otro espacio, la llevaba a un estado de tranquilidad inventado por ella, en una atmosfera muy compleja para cualquiera… Un paraíso de emociones, y todas expuestas por ella y para ella…

Luego su mente empezaba a imaginar, volar y crear… innovaba con historias paralelas a su mundo…tan reales, como ella; pero tan fantásticas como aquella canción…

Su cuerpo era invadido por diversos sentimientos, recogidos por vagos recuerdos; luchando por no quedar en el pasado… insistiendo para que ella abriera la puerta; mientras sus dedos, tan sólo victimas de los ajetreos de su pensamiento, no la dejaban de acompañar y ante tanta persistencia, no dejaban de escribir lo que su corazón dictaba…

Las lágrimas brotaron, después de descubrir que su único deseo se miraba cada vez más lejos; el tiempo pretérito volvía a atormentarla y ella se resignaba a soltar su mano… luego abrazó cada recuerdo y lo almacenó en lo más profundo de su ser. Volvió a escribir más de una proposición… invocando a su presente viejas cosas… cosas que si bien se podrían dar por muertas, aún no lo estaban.

Respiró hondo… no limitó a su cuerpo, lo dejó explorar cada espacio de su ser, totalmente contrarios a lo lógico… Miró atrás y encontró una vaga soledad… que la extasió. Lloró una vez más, y esta ya no era por deseos, ahora sólo recuerdos que la ahogaron… Sintió su respiración disminuir… y descubrió que todo lo que le habían dicho era cierto… Lloró toda la tarde… y lamentó cada recuerdo… cada escena del pasado, se quejó varias veces, y no dejó de llorar, no por lo menos hasta que su cuerpo se sintiese liberado de todo aquello que la aquejaba.

Levantó la vista y se descubrió escribiendo una vez más… recordó sus deseos, y ahora los miraba tan lejanos… y no era por la fantasía que existía en ellos, sino porque ahora existían otros… otros más fuertes, y capaces de hacerla volar mucho más alto…

Ahora todo estaba neutral… sintió tanta paz… Tomó un retazo de cada recuerdo… y lo guardó, para usarlo y en el futuro; por primera vez se había convencido de que por fin había dado la vuelta a la página; por fin daba inicio a uno de los capítulos más importantes de su historia… y ahora no sólo eran por los ojos, esta vez hasta sus labios estaban comprometidos… quizás era de nuevo magia, pero para saberlo debía vivirlo, debía experimentarlo y sentirlo… y así lo hizo…

HAY UN CHICO...

Hay un chico, que toca y toca la puerta; aparentemente no se cansa de hacerlo, pero, aún cuando en su forma de golpear hay firmeza, sé que dentro de él existe un gran temor, un temor que lo deja estacionado en una dimensión muy cercana a la puerta, pero no es la puerta, porque él se siente lejos, sin embargo sabe que esta cerca…

De repente toma un poco más de valor, y se queda parado ahí… y toca y toca la puerta… espera respuesta… parte de él le dice que debería no estar ahí, y la otra parte le ordena que no se mueva… luego aquella primera parte, insiste pues usa el pretexto de que si nadie abre la puerta es porque no hay nadie detrás de ella… la otra parte vuelve a intervenir, pues está conciente de que si hay alguien detrás de la puerta… que aún no se decide si abrir o no…

Cuando la puerta se abrió, por arte de magia él había desaparecido… pero por primera vez dejaba rastro: Pues en su ausencia, no quiso mantener la incertidumbre y sobre el tapiz de la entrada, totalmente empolvado por sus botas, dejó un papel… papel donde transcribió:

Me encanto tu sonrisa tus gestos al hablar tu dulzura y simpatía me hicieron temblar me volví loco al verte y enamorado quede como poderte explicar lo hermoso que es querer, te amo. Es para ti con todo mi amor, te amo.

Tres constantes golpes interrumpieron el silencio de aquella noche… de repente abrí la puerta, al insistente llamado, y no encontré más que una vaga soledad, con sombra de ausencia; en espera de una solución vacía y tan oscura, como esa noche... noche en la cual decidí abrir y hacer caso a ese ruido... Al abrirle la puerta al chico que la tocaba una y otra vez, descubrí que tú eras aquel insistente ruido, que usando un lenguaje tan maravilloso pretendía conquistar a una chica, chica que tentada a cerrarle la puerta se quedo a observarlo… miré atentamente, fijé mi mirada en ti, y te contemplé…Me escarapelé al oír tus palabras… y por un momento sentí la necesidad de estar en tu regazo… compartiendo un mágico momento… creado por los dos, y sólo nuestro!

Pero cuando mire de frente no descubrí más que un pasado, el cual quise olvidar. En una esperanza de cambio, me detuve ahí y me quede observando... el tibio viento creo una atmósfera relajante y al mismo tiempo tan densa y adornada por simpáticas intrigas que iluminaban aquel oscuro recuerdo; pero cuando abrí totalmente mis ojos, entendí que lo mejor, era volver a cerrar la puerta...; pues todo era como antes: tan ruin y sombrío y con flores marchitas....

Quizás no lo puedas recordar, o quizás admitir, pero hay algo que porque tu tomaste la decisión de que así fuese te aleja… me obliga a verte lejos de mi… no permite explicarte lo que paso, no me permite hacerte entender que cometes un error, que en verdad, no fui yo… sólo me gustaría que abrieras esa puerta una vez más…

Hay un chico que toca y toca la puerta, convencido de que aquella chica, que observa desde lo alto, le abrirá; pero la verdad es que ella no tiene como explicarle que su insistente ruido la perturba, la molesta y la obliga a desear su presencia lo más lejos posible de ella…

Luego ella recuerda cada palabra que él pronunció… y comprende una sola cosa: Palabras, sin sentido, sin valor, lanzadas al viento sin ser sinceras… embarradas por malas acciones, y descubiertas por tontos errores… errores que muy dentro de él sabe que él cometió, pero se niega a admitir…Sabe que prometió una oportunidad, pero le queda muy claro que dar cuatro es de por si un limite en vano, es un tiempo desperdiciado… Pero tengo temor a hablarte, pues sé que pronto volverás a tocar la puerta… y lo peor es que no tengo como explicarte que quedaste en el pasado… y que deberías seguir adelante, buscando tu propio destino… dejando esta vieja puerta atrás…

Hay un chico que toca y toca la puerta, pero esta vez hay alguien que responde al llamado, y no es aquella chica, no soy yo…

Hasta ahora nadie sabe como se llama, ni de donde apareció, pero me fue un gusto poder tocar aquella puerta, pues al no hacer caso a tu petición, o me resigné en tocar más puertas… y encontré lo que buscaba…

Hay un chico que toca y toca una vieja puerta, detrás de esta alguien desea abrir, pero esta vez, esta se abre desde afuera… así que deja de tocar mi vieja puerta y ve abrirle, pues ella te necesita…

Hay un chico, que tiene una puerta, pero se ciega, y toca otra… insiste aún cuando nadie abre… y se queda ahí parado, mientras alguien más llora su retraso… lo único bueno de ese lugar es que hay una puerta trasera, que él desconoce; y por lo mismo es utilizada por aquella chica, chica que se cansó de escuchar y de abrir esa puerta vieja principal, para poder ir a encontrarse con el dueño de su llave… Aún cuando le duele verlo en esa condición, sabe que por el momento es lo mejor, y cansada de dar explicaciones, obvia aquel molestosos ruido, y sale por atrás… lo más interesante es que no me escondo, pues paso delante de él… pero hay él que no quiere ver y se resigna a tocar y tocar…