Se ha comprobado científicamente que una persona no puede perder la capacidad de sentir, ya sea física o mentalmente; y resaltare el lado abstracto, ya que si se puede perder sensibilidad en cualquier parte del cuerpo, porque esta directamente en el cerebro, en ninguno y por todos lados; pues su posición no es definida, en un momento puede encontrarse en el área 38 y más tarde en el área 23. Conclusión definitiva: es imposible perder el poder sentir, la única vía es una extracción cerebral total, pero sin cerebro no hay vida; se reafirma la idea.
Hay distintos sentimientos, que son impulsados por situaciones de nuestro entorno, las cuales influyen en nuestra futura forma de pensar y en nuestro carácter; es por eso que es normal, ya que nos afecta a todos, encontrar a alguien radiante de felicidad o festejando porque se burla de la melancolía.
Uno expresa lo que siente, que dependiendo de cada persona, va a dar resultados distintos. En la adolescencia se ve este cambio de una forma más drástica; puesto que con el desequilibrio y el desbalance hormonal, aquellos niños en proceso de convertirse en jóvenes, tienen dificultades para controlar este cambio y de alguna manera se ven sobrexpuestos.
Quien crea que es frío e indiferente, no se da cuenta de que esa es una manera de expresar sus sentimientos… nadie nació siendo igual a otra persona, pero todos somos capaces de sentir “los mismos” sentimientos; la diferencia está en la cantidad y forma: todos podemos ser felices, o estar tristes o molestos; pero no necesariamente en la misma magnitud.
En la última década se ha visto como un misterio total encontrar a una persona “FELIZ”, tanto que al descubrir una respuesta así, uno se queda maravillado e incrédulo pregunta-¿Por qué tanta felicidad?...- lo cual demuestra que nuestra calidad de vida decae continuamente, tanto como individuo, persona y de modo social… nos vemos afectados por cosas negativas; lo cual lleva a que por un sentimiento cualquiera, nuestro mundo se vea afectado; ya que por instinto natural permitimos que este retome fuerza y nos modifique a su antojo.
Cuando nuestra mente se encuentra activa y constante en un razonamiento lógico, se puede llegar a resguardar los sentimientos y mantenerlos bajo una cortina estable. El tiempo libre a uno le permite recordar y llegar a revivir emociones pasadas, y probablemente hacer una tormenta en un vaso de agua. Es por eso que dicen que la mente es uno de los instrumentos más peligrosos, pero capaces, que el hombre tiene; combinados con los sentimientos pueden llegar a ser una bomba explosiva total, y en muchos casos destructiva.
Sentir o dejarse vivir con emociones no tiene nada de malo, el problema es cuando se salen de nuestras manos y empiezan a actuar en nuestra contra; momentos como aquellos uno tiene el deseo profundo de dejar de sentir, pero es prácticamente imposible; sin embargo, lo que podemos hacer es dominarlo: si la mente de uno vive bajo el control de uno, estas emociones serán beneficiosas, y su fuerza será ahora la tuya.
Reír es vivir y llorar no es cobardía; aprender a sacar lo bueno de todo, nos permitirá mejorar y crecer; nuestra perspectiva de vida cambiará y nuestra nueva fuerza será aquel valor olvidado en una montaña donde se cría no había sol. Se que es una lucha constante, donde la fuerza de voluntad te puede llevar a ganar la batalla o perderla, porque también es un sentimiento… lo único importante es ver si tu estas bajo su control, o eres uno de aquellos que puede dominar o vivir como el desea.
Cada uno elige, pero de todas maneras la ruta que elijas no será una autopista despejada: piénsalo, si vives bajo la influencia de aquellos enemigos silenciosos conocidos como emociones, puedes llegar a desequilibrar tu entorno y variarlo en tu contra; pero si vives sin ellos, en un estado pacifico, pierdes tu encanto natural y seguramente te pierdes a ti… entonces se reafirma la idea: <
¡Un sentimiento tiene la fuerza suficiente para manejarte; pero, nuestra misión no es reprimirlo, sino distraerlo!
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