
Inevitable como no sentir, inevitable no pensar, porque muy bien sé que esto es mutuo, es paz…
Luego me burlo del concepto anterior, ante aquella situación, no es que madurara, pero se que al tiempo se le toma en serio pues de lo contario entonces cuidado, porque el error será inminente. Cada persona tiene su propio ideal, su propia forma de pensar y de vivir la vida, sus propias maneras de luchar contra sus propios huracanes, sus confusiones y fracasos, muy bellos al inicio, pero como toda confusión, errores…
Es ahora cuando comprendo que nada es lo que parece, que la mayoría hace prejuicios, y deja atrás lo que realmente tiene valor o peso, los buenos recuerdos que deberían primar se ven vacíos cuando las malas ideas generadas por dolores del momento no dejan que la persona vea la realidad y se cierre, entonces uno realmente no conoce, aún cuando piense que si, esta completamente equivocado. Y eso me permite decir que me es inevitable sentir ira ante una circunstancia así, donde cuando parezca la agresora terminó siendo la victima, todo porque uno, o dos, o tres, o cuatro no abrieron bien los ojos y te obligaron a probar un amargo sabor de tristeza, donde si las palabras pronunciadas en un pasado hubieran sido verídicas no se hubiera dado tal circunstancia. La idea de imaginar que otros saben como eres, puede terminar siendo nada, pues hasta que no veas un momento que defina eso, entonces la idea será invalida…
Hay cosas que siempre digo, como la palabra que acabo de utilizar… y que la comparo con cosas como los imperdibles, lo curioso es saber si las personas realmente entienden o acaso lo más importante lo dejan pasar de lado, pues no podría evitar sentir que probablemente con algunas personas las ideas se van al vació y que palabras o actitudes tan trascendentes son lanzadas a un limbo…
Recordé ciertas promesas que hice y que me han hecho, y realmente descubrí que a veces hacemos dobles promesas que terminan invalidando otras, pues requieren decisiones importantes… Pero siempre priman las decisiones de peso que se hicieron a conciencia, como las promesas que se hicieron con el corazón, y no por un momento intenso, en el que uno se deja llevar…
También entendí que las decisiones que uno toma, las toma por si mismo, no porque se las impongan pues al final conciente o subconscientemente entendemos que viviremos con aquella idea siempre o por lo menos lo necesario… y por instinto no nos haríamos daño, perjudicándonos, así aún cuando hay pequeños impulsos, al final nosotros decidimos…
Los truenos de mi tormenta a veces son más estruendosos que otros, pero siempre diferentes, y aunque los siento, el plateado de mis dedos sólo entiende que hay que seguir escribiendo… seguir caminando, creciendo y aprendiendo, dejando tantas cosas atrás, sin importar lo que piensen o cuanto te cuestionen. Ya se han acabado, por cause natural, muchas cosas, y es tiempo de finalizar muchas otras. Hasta ahora he vivido tantos relatos, pero siempre hay adversidad y satisfacciones en el futuro, no dejaré mis sueños, sin embargo más aún además de no dejar de cumplir mi misión, no dejaré de equilibrar el universo, y mis decisiones están basadas en eso… Es inevitable no sentir pena, a veces, pero con el tiempo entiendes que los truenos nos son sólo estruendosos rayos a veces letales, sino que también son las luces que iluminan las noches más oscuras… y sin dejar de equilibrar, dan un bonito escenario para una infinidad de sucesos…
Y NOS SOBRAN LOS MOTIVOS...
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